domingo, 24 de junio de 2012

POETAS DE 1927


La fecha del tricentenario de la muerte de Gongora dio nombre a una generacion poetica que supuso una verdadera eclosion de tanto valor literario que muchos criticos no dudaron en hablar de un nuevo Siglo de Oro de la poesia Espanola. Si bien al principio unia a sus miembros una concepcion comun del arte deshumanizado, cada uno llego a crease su propia personalidad. Baste citar los nombres: Salinas, Guillen, Gerardo Diego, Lorca, Alberti, Domenchina, Damaso Alonso, Prados y Altolaguirre. Jose Luis nos selecciona algunas coplas que a pesar del origen popular, humilde e, incluso, marginal del flamenco nunca fue obstáculo para que intelectuales, artistas y poetas cultos se sintieran atraídos hondamente por su autenticidad y misterio. ¿Qué otra cosa es la poesía o el arte? Misterio y verdad. 







Y Dijo el Maestro…
Poetas del  veintisiete, poetas de mil novecientos veintisiete, de la generacion del veintisiete, 
Pedro Salinas: 

ACUARELA 

“Con el cielo gris
la copla
triste de Sevilla
se afina, se afina.
En agua sin sol
sombras de naranjos
entierran azahares.
Arriba,
en las altas miras
esperan las niñas
los barcos de oro.
Abajo
aguardan los mozos
que se abran cancelas
a patios sin fondo.
Sin rubor se quedan,
pálidas, las torres.
Desde las orillas
las desesperadas
luces suicidas
al río se lanzan. 
Cadáveres lentos
rosa, verde, azul
azul, verde, rosa
se los lleva el agua.



De gerardo Diego, Guitarra. Un poema tan breve, tan hermoso, tan solemne, tan sencillo, tan inteligente y tan… Jondo…

GUITARRA

Habrá un silencio verde
todo hecho de guitarras destrenzadas.
La guitarra es un pozo
con viento en vez de agua.



De Rafael Alberti…
Si mi voz muriera en tierra 
llevadla al nivel del mar 
y dejadla en la ribera.
 Llevadla al nivel del mar 
y nombardla capitana 
de un blanco bajel de guerra.
 ¡Oh mi voz condecorada 
con la insignia marinera: 
sobre el corazón un ancla 
y sobre el ancla una estrella 
y sobre la estrella el viento 
y sobre el viento la vela!


De Damaso Alonso
CALLE DEL ARRABAL

Se me quedó en lo hondo
una visión tan clara,
que tengo que entornar los ojos cuando
pretendo recordarla.

A un lado, hay un calvero de solares;
enfrente, están las casas alineadas,
porque esperan que de un momento a otro
la Primavera pasará.
Las sábanas,
aún goteantes, penden de todas las ventanas.
El viento juega con el sol en ellas
y ellas ríen del juego y de la gracia.
Y hay las niñas bonitas
que se peinan al aire libre.
Cantan
los chicos de una escuela la lección.
Las once dan.
Por el arroyo pasa
un viejo cojitranco
que empuja su carrito de naranjas.






De Vicente Alexaindre, 

EL POETA SE ACUERDA DE SU VIDA

Perdonadme: he dormido.
Y dormir no es vivir. Paz a los hombres.
Vivir no es suspirar o presentir palabras que aún nos vivan.
¿Vivir en ellas? Las palabras mueren.
Bellas son al sonar, mas nunca duran.
Así esta noche clara. Ayer cuando la aurora
o cuando el día cumplido estira el rayo
final, ya en tu rostro acaso.
Con tu pincel de luz cierra tus ojos.
Duerme.
La noche es larga, pero ya ha pasado.



De Luis Cernuda…
HIMNO A LA TRISTEZA


Fortalecido estoy contra tu pecho
De augusta piedra fría,
Bajo tus ojos crepusculares,
Oh madre inmortal.
Desengañada alienta en ti mi vida,
Oyendo en el pausado retiro nocturno
Ligeramente resbalar las pisadas
De los días juveniles, que se alejan
Apacibles y graves, en la mirada,
Con una misma luz, compasión, y reproche;
Y van tras ellos como irisado humo
Los sueños creados con mi pensamiento,
Los hijos del anhelo y la esperanza.
La soledad poblé de seres a mi imagen
Como un dios aburrido;
Los amé si eran bellos,
Mi compañía les di cuando me amaron,
Y ahora como ese mismo dios aislado estoy,
Inerme y blanco tal una flor cortada.



De Emilio Prados
CANCION

No es lo que está roto, no,
el agua que el vaso tiene:
lo que está roto es el vaso
y, el agua, al suelo se vierte.

No es lo que está roto, no
la luz que sujeta al día:
lo que está roto es el tiempo
y en la sombra se desliza.

No es lo que está roto, no
la sangre que te levanta:
lo que está roto es tu cuerpo
y en el sueño te derramas.

No es lo que está roto, no,
la caja del pensamiento:
lo que está roto es la idea
que la lleva a lo soberbio.

No es lo que está roto Dios,
ni el campo que Él ha creado:
lo que está roto es el hombre
que no ve a Dios en su campo.


De Manuel Altolaguirre

EL EGOISTA

Era dueño de sí, dueño de nada.
Como no era de Dios ni de los hombres,
nunca jinete fue de la blancura,
ni nadador ni águila.
Su tierra estéril nunca los frondosos
verdores consintió de una alegría,
ni los negros plumajes angustiosos.
Era dueño de sí, dueño de nada.

ERA MI DOLOR TAN ALTO

Era mi dolor tan alto,
que la puerta de la casa
de donde salí llorando
me llegaba a la cintura.

¡Qué pequeños resultaban
los hombres que iban conmigo!
Crecí como una alta llama
de tela blanca y cabellos.

Si derribaran mi frente
los toros bravos saldrían,
luto en desorden, dementes,
contra los cuerpos humanos.

Era mi dolor tan alto,
que miraba al otro mundo
por encima del ocaso.



De Federico garcia Lorca

CIUDAD SIN SUEÑOS

No duerme nadie por el cielo. Nadie, nadie.
No duerme nadie.
Las criaturas de la luna huelen y rondan sus cabañas.
Vendrán las iguanas vivas a morder a los hombres que no sueñan
y el que huye con el corazón roto encontrará por las esquinas
al increíble cocodrilo quieto bajo la tierna protesta de los astros.
No duerme nadie por el mundo. Nadie, nadie.
No duerme nadie.
Hay un muerto en el cementerio más lejano
que se queja tres años
porque tiene un paisaje seco en la rodilla;
y el niño que enterraron esta mañana lloraba tanto
que hubo necesidad de llamar a los perros para que callase.
No es sueño la vida. ¡Alerta! ¡Alerta! ¡Alerta!
Nos caemos por las escaleras para comer la tierra húmeda
o subimos al filo de la nieve con el coro de las dalias muertas.
Pero no hay olvido, ni sueño:
carne viva. Los besos atan las bocas
en una maraña de venas recientes
y al que le duele su dolor le dolerá sin descanso
y al que teme la muerte la llevará sobre sus hombros.
Un día
los caballos vivirán en las tabernas
y las hormigas furiosas
atacarán los cielos amarillos que se refugian en los ojos de las vacas.
Otro día
veremos la resurrección de las mariposas disecadas
y aún andando por un paisaje de esponjas grises y barcos mudos
veremos brillar nuestro anillo y manar rosas de nuestra lengua.
¡Alerta! ¡Alerta! ¡Alerta!
A los que guardan todavía huellas de zarpa y aguacero,
a aquel muchacho que llora porque no sabe la invención del puente
o a aquel muerto que ya no tiene más que la cabeza y un zapato,
hay que llevarlos al muro donde iguanas y sierpes esperan,
donde espera la dentadura del oso,
donde espera la mano momificada del niño
y la piel del camello se eriza con un violento escalofrío azul.
No duerme nadie por el cielo. Nadie, nadie.
No duerme nadie.
Pero si alguien cierra los ojos,
¡azotadlo, hijos míos, azotadlo!
Haya un panorama de ojos abiertos
y amargas llagas encendidas.
No duerme nadie por el mundo. Nadie, nadie.
Ya lo he dicho.
No duerme nadie.
Pero si alguien tiene por la noche exceso de musgo en las sienes,
abrid los escotillones para que vea bajo la luna
las copas falsas, el veneno y la calavera de los teatros.



Por José Luis Ortiz Nuevo
©Shape Productions S.L.





Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...