martes, 1 de noviembre de 2011

De mis Maestros: La Muerte

Desde nuestro más profundo respeto, este programa pretende homenajear en este día, al que el almanaque con su frialdad de impreso marca en rojo como el de los Fieles Difuntos, a aquellos profesionales del flamenco que ya no están entre nosotros, pero su eco perdura y perdurara por siempre, mientras que haya alguien decidido a escuchar y valorar como sonaban esas voces que escribieron con letras de oro, el pasado de este género tan apasionante. Para aquellos que se asoman al futuro del flamenco, este programa, les va dedicado.



Y dijo José Luis…
Por estos días por donde el frio es compañero, y son más cortas las tardes se cumpleaños de la muerte de Pepe Marchena, el maestro de maestros también para morirse, recordar aquella frase suya cuando Antonio Villarejo  fue a la clínica donde estaba en Madrid, pocos días antes de irse. Y cuando entro el periodista, y la mujer de Pepe quiso correr las cortinas del cuarto, para que no entrara claridad y estuviera aquello más intimo, Pepe, amable y dulcemente le dijo a la mujer:
 -“¡Noo! No corras las cortinas, mujer, que donde voy me queda mucha oscuridad que ver”.



Donde esta oh muerte tu victoria.
Dijo mi maestro Pericón de Cádiz:
“Un año, le toco el premio gordo de la lotería a un bailaor que le decian juan el churri y a un musico. Y el dia del sorteo coincidio con un entierro de categoria que llebava musica tocandole al muerto. Se forma el entierro, el coche con los caballos, el personal, y el muerto. La banda tocando. Y en la banda el musico tocando el saxofoón, venga tocar el saxofón, hasta que paso el entierro por la calle compañía y al pasar por frente a una administarción  de loterias, el musico que mira de reojo para una pizarra que ponian y ve que su numero es el gordo!!!. No veas!!, la que le entro al musico, se quedo allí parado, el entierro seguia para adelante,  y el alli, parado, tocandole al numero, y al rato Juan el Churri que llega, con sus dos decimos premiado y se encuentra con el musico , y habia que ver al musico tocando y al Churri bailando por musica de muerto, y el 11013 era el numero…”

De mis Maestros: La Muerte, verla ahí según pericón de Cádiz:
“Habia en cadiz un gitano que se llamaba Curro, y Curro, iba siempre por la calle con su mujer muy bien vestido. Su traje corto, su chaquetilla corta, su sombrero calañé , su baston y una traya que se ponia de oro. Y este hombre que tenia ya 75 o 76  años  no iba solo a ningun lado. Siempre con su mujer a todo los sitios,  y tenia un miedo a la muerte que no veas. Cada vez que hablaba con su mujer o se ponia un poco malo, siempre le decia: - ¡Ahhy mi Lola, lola, hija mía, si yo me muero antes que tu, quiero que me amortajen tal como estoy, tu, me metes en la cajita, tal como estoy.
-¡ Ahyy, tu descuida Curro, pero no me digas esas cosas!, Y siempre tenia el esa petera con ella, y lo que pasa en la vida, murio Curro. Y esta gitana, como le habia encargado tantas veces que lo amortajara tal y como con ella iba, cuando las vecinas fueron para ayudarle, se escucha el grito de la gitana: - ¡No tocarle!, ¡No tocarle a mi Curro que a este lo amrtajo yo, que lo voy a poner como el me lo pidio muchas veces!; Y no veas,  como lo amortajo. Su traje corto, su chaquetilla corta, su sombrero calañé , su baston y su traya de oro.
Y estaba el pobre Curro en su caja, cuando entra la subiela llorando, porque lo queria mucho  y Lola que la ve, se pone de pie, y le dice: - ¡ Ahhi, Ahhi Zubiela de mi alma, mira mi Curro,  mira mi Curro, el pobresito me lo pedia siempre, siempre, siempre, que lo amrtajara y lo metiera en la caja  tal como iba conmigo en la calle, ahí lo tienes, ¿Tu que lo conocias bien, le falta algo? ¿ Le falta algo a mi Curro? ¿Le falta algun detalle, Zubiela de mi alma?. Y se va la Zubiela para la caja,  lo mira y le dice a la gitana Lola: ¡Ahhy Lola, Ahhy Lola, esta tan bien, tan bien, que nada mas le falta la entrada a los toros!!!...”
La entrada a los toros,  a Curro, el pobre…..

De mis Maestros: La Muerte, dijo Enrique el cojo:
“Cuando estallo el movimiento,  yo le habia dado clase, en la calle harina, a un agente que era de falange. Y yo sin saber nada de nada, porque yo entonces tenia muy buenas clases  y no sabia nada de politica. Yo vivia en la calle Castellar, y el 18 de julio estaba dando unpoquito de clases de guitarra, y me cogio el movimiento ahí, porque decia toda la gente ¡Se va a formar, se va a formar!. Leche que se formo. Y salio el guitarrista corriendo y yo toda la noche en mi casa metido. Entonces las gentes saquearon una fabrica de perfumes que allí habia, todos los perfumes en la calle tirados, un olor por las calles, no veas el olor que hacia la colonia y los perfumes, todo tirado.  Entonces, san Marco, lo tenian los republicanos, y yo vivia en el 49 de la calle Castellar, osea, desde mi casa a San Marco era zona libre, pero no era zona libre porque alli se paseaban los  tiros. Yo durmiendo debajo del colchón, que no queria yo saber de nada, y los tiros, Pum, Pum, Pum, a mi balcón, y yo decia, Ahhy Dios mio, a ver si va a ser porque yo le he dado clase a esa gente, y no me atrevía a salir. Luego despues, debajo de mi casa vivia uno, bueno, le hablaba a una, el; Porque como era comunista no se casaban, fijaté.  Y yo con más miedo todavia, y me decia el tal, ven, ven, ven a la torre de San Marcos para ver a los muertos, ¿yo?, yo no voy a ningun lado… Y luego a él tambien lo mataron, que el pobre se ponia ¡Que vienen¡ ¡Que vienen los regulares! ¡Que vienen a bombardear! Y nos metimos enfrente de mi casa que habia una carpinteria, yo cogí un quintillo que yo tenia de brillantes, lo mejor que yo tenia y mi dinero y me fui ahí  a un salon hasta que se pasara todo.
Entonces ya, cuando se paso todo, y los nacionales tomaron eso, la gente se iva a la plaza nueva a cantar, y entonces yo dije, yo voy a cantar, yo voy a cantar para que a mi no me pase nada y yo cantaba: Requete, requete, requete, España en ti confía…cara al sol… hasta que me quedaba ronco cantando, de la guindama, del miedo que tenia encima, no tenia miedo ni na’.””

De mis Maestros: La Muerte, dijo Pepe el de la Matrona:
“Cuando me llamaron de Sevilla, porque mi madre estaba en las ultimas, llegué a Sevilla, y ya llebaba tres o cuatro días sin hablar, y parece ser, que cuando me sintio hablar con mi hermana, me reconoció. Me reconocío la voz y empezo hacer ruidos y esto se me quedo tan impresionado, que hice la letra siguiente: En su ultima agonia mi madre a mi me llamo, que grande es la pena mia, porque no sabia yo lo que decir me queria…"

Otra. Decia mi maestro Pepe el de la Matrona, otra letra con su fundamento
“ Al lado de mi casa vivia una pensionista, una mujer ya de edad,  que tenia un hijo de 17 años y que murio el pobre con esa edad. Me mandaron recado a Villa Rosa, se ha muerto Luisito, y como esta mujer estaba sola, pues me creia yo que no la podian atender mas que los vecinos más cercanos,  asi que pedí permiso en la reunion y me fui. Llegue y la encontre abrazada al hijo, y le hice la letra siguiente:  Una mujer sin consuelo, como loca se reia, delante de su hijo muerto, porque llorar no podia, de tan fuerte sufrimiento…”
También, decía mi maestro Pepe el de la Matrona:
“También hice yo una letras por seguirilla para completar unas del “Loco”. El Loco Mateo casi todas las letras las hacia alusivas a su madre, sobretodo unas cuantas por seguirillas:
Oleaítas, mare, de la mares
que fuertes venéis,
se habéis llevao a la mare mi alma
y no me la traéis.
Llamarme al médico
llamarme a un doctor
para que le alivien las duquelas,                                                                                                             
a mi mare de mi corazón
En aquel rinconcito
dejarme llorar
que se me ha muerto la madre de mi alma
Y no la veo más.

Me encargo mi madre antes de morir que le dijera una misa de limosna en San Agustín, y luego yo le puse la letra siguiente:
Cuando paso yo lloro por San Agustin
porque  me acuerdo de la madre de mi alma
que murió allí…”

Por Jose Luis Ortiz Nuevo. 
 
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