Estamos en Feria, la feria de Sevilla. Durante una semana la
ciudad se traslada a un recinto, donde suceden acontecimientos dignos de
resaltar. Mi Maestro José Luis, en unas de sus múltiples facetas, esta vez de investigador, nos
trae noticias curiosas que reflejan los periódicos de entonces, describiéndonos
algunos hechos allí ocurridos.
Dijo el
maestro:
Sucedió
en abril de 1902, en la famosa feria, hace 110 años, en la universal feria de
servalavarí.
Decía
el noticiero sevillano el 20 de abril de 1902:
“Cerca
de las cuatro de la madrugada, una infeliz gitana, de las llegadas a Sevilla
con motivo de la feria, sintió dolores de próximo alumbramiento, trasladándose
desde una de las casetas desocupadas,
donde busco refugio contra el agua, a la del centro de bellas artes.
Algunos artistas que en esta se hallaban, le prestaron los primeros auxilios.
Inmediatamente dieron aviso a la inmediata casa de socorro del prado de San
Sebastián, no logrando que acudiese un medico a asistirla, y obteniendo por
respuesta sus caritativas demandas que la llevasen al centro benéfico, pues, lo
facultativos no podían salir de él, para asistir a esa clase de dolencia. Entre
los artistas la negativa causo muy mal efecto, y mientras la familia de la parturienta
se disponía a trasladarla a la casa de socorro, los socios del centro de bellas
artes abandonaron su labor, que era atenuar los efectos causados por la
torrencial lluvia en la caseta, dedicándose a cuidar a la infeliz gitana y
atender otra a infelices mujeres y niños que con aquella formaban rancho. No
necesitamos elogiar la piadosa conducta de los artistas sevillanos. Relatándolo
queda hecho el mejor elogio”…
Al día
siguiente, el veintiuno de abril decía la prensa:
“Entre
los concurrentes, en la caseta, se hizo una colecta a favor de la gitana, que
anteanoche busco auxilio en venta del centro, cuando se sintió próxima a dar a
luz, recaudándose ciento sesenta y una pesetas y veinticinco céntimos y
entregando el Señor Parlades , veinticinco pesetas, que con igual objeto le
había remitido Don Pedro Zubiria. El Bautizo de la recién nacido se efectuara
mañana por la noche, siendo padrino, en representación del centro, el notable
artista Don Miguel Hernández. El cura propio de San Bernardo, Don José Bravo,
ha manifestado que dejara a favor de la infeliz mujer, madre de la nueva
cristiana, los derechos del bautizo y que este se hará de lujo. La gitana
llamase María de Porras Flores, y es natural de Cabras, su marido Antonio de
Leria Acosta, nació en Coria del Rio. La niña nació en la caseta del centro de
bellas artes a las cinco de la mañana del día de ayer,¡¡Alegría, alegría, que
ha parido la gitana María en la caseta de la feria de los artistas!!!!
Y claro
llego la hora del bautismo… No veas el bautismo, ¡Vaya bautismo! , eso sí que
es un bautismo, el veintitrés de abril de 1902 decía el noticiero sevillano:
“Bautizo de una gitana. El alegre barrio de San Bernardo estaba anoche en conmoción
como en día de velada o cuando se trata de obsequiar a algún vecino que
contrajo matrimonio pasando de los cincuenta. La calle ancha presentaba a un
animado golpe de vista, y el tráfico era poco menos que imposible en las cercanías
de la iglesia parroquial. Todos los vecino, espontáneamente invitaron se al
solemne bautismo de la niña nacida en una caseta de la feria, junto a la venta
de los pintores y prodigiada por estos. Para los padres de la criatura, su
nacimiento ha constituido un feliz suceso, nunca pudieron imaginar, que al
bautismo asistiría tan numerosa concurrencia de la que formaban parte, no
pocas, aristocráticas personas, y con recibir además, del apoyo de los simpáticos artistas
sevillanos, agasajos y presentes de
caritativas familias. Cerca de las nueve de la noche, se produjo un gran movimiento
entre los curiosos al par que llegaba a la puerta de la iglesia un coche,
seguido por numerosos muchachos que daban ¡Vivas! A la recién nacida y a los artistas sevillanos.
El entusiasmo popular subió de punto a la vez que muy oportunamente
varios vecinos disparaban los cohetes que tenían preparados para mayor
esplendor de la fiesta. Del vehículo, descendieron la madrina Tomasa Ríos,
buñolera, que estuvo en la fiesta de la caseta del centro, el padrino Don
Miguel Nájera, distinguido pintor de Madrid y los señores García Ramos, Don
Juan Rico Cejudo y Candelas. A pesar de los esfuerzos de los muchos agentes de vigilancia y municipales, que
estaban allí para conservar el orden los padrinos pasaron inauditos trabajos
para entrar en el templo, la multitud los rodeaba y se apretaba en torno suyo,
no queriendo dejar nadie de presenciar la ceremonia…
En el
templo, el cura propio Don José María Bravo,
que desinteresadamente como ya hemos dicho, se ofreció a cooperar con el
bautismo de la niña, había ordenado engalanar la iglesia con gran esplendor y
realmente presentaba brillantísimo golpe de vista. En la nave central se
hallaban colocados dos altares portátiles con las imágenes de San Luis Gonzaga
y San José, y a la entrada de la capilla bautismal, había otro altar muy artístico
con la efigie de nuestra señora del Rosario. Dicha capilla estaba colgada con
ricos paños de damasco carmesí, galardonado de oro. El templo se hallaba
materialmente lleno, viéndose muchos gitanos y gitanas con sus típicos vestidos
y que eran los más entusiasmados. Al entrar la comitiva en la iglesia, la
madrina tuvo que sentarse en un banco y
a punto estuvo de ocurrir una desgracia, pues, todos querían besar a la niña.
Al fin, rodeado de los artistas y guardias municipales, pasaron los padrinos a
la sacristía, extendiéndose acto seguido la partida de nacimiento. Se le han
impuesto a la nueva cristiana, los siguientes nombres; de María de la Hiniesta Micaela Andrea Josefa Gonzala
Fernanda Joaquina Luisa Enriqueta Emilia Juana Gracia Manuela Bernarda Araceli Roció
de la Santísima Trinidad. Sus padres, como ya dijimos, son Antonio Heredia y María de
Parra Flores…”
"El Bautismo. Dio comienzo la ceremonia ante el altar de San Luis Gonzaga, oficiando Don José María Bravo. El trayecto hacia la capilla bautismal, coso no muy poco trabajo, viéndose el padrino en la necesidad de conducir a la niña con los brazos en alto, para liberarla de las efusiones de la multitud. El órgano ejecuto desde los comienzos de la ceremonia la marcha real, y todas las campanas de la parroquia fueron echadas al vuelo. Al depositar el sacerdote la sal en la boquita de la neófita dijo la madrina, con grande espontaneidad - ¡Padre, échele usted bastante sal para que salga graciosilla!… Ya en la capilla hubo que cerrar las puertas de esta para contener a la multitud y enseguida la niña que vestía lujoso traje blanco, regalo de la respetable señora Doña Guadalupe de Ibarra, recibió el agua del bautismo. Terminada la ceremonia, los padrinos salieron por la puerta de la casa del cura para evitar las manifestaciones de simpatía de los curiosos, y ocupando un coche se trasladaron a la casa de socorro del Prado de San Sebastián donde está la madre. Los padres lloraban de emoción cuando el señor Parlades le entrego a su hija. “
"El Bautismo. Dio comienzo la ceremonia ante el altar de San Luis Gonzaga, oficiando Don José María Bravo. El trayecto hacia la capilla bautismal, coso no muy poco trabajo, viéndose el padrino en la necesidad de conducir a la niña con los brazos en alto, para liberarla de las efusiones de la multitud. El órgano ejecuto desde los comienzos de la ceremonia la marcha real, y todas las campanas de la parroquia fueron echadas al vuelo. Al depositar el sacerdote la sal en la boquita de la neófita dijo la madrina, con grande espontaneidad - ¡Padre, échele usted bastante sal para que salga graciosilla!… Ya en la capilla hubo que cerrar las puertas de esta para contener a la multitud y enseguida la niña que vestía lujoso traje blanco, regalo de la respetable señora Doña Guadalupe de Ibarra, recibió el agua del bautismo. Terminada la ceremonia, los padrinos salieron por la puerta de la casa del cura para evitar las manifestaciones de simpatía de los curiosos, y ocupando un coche se trasladaron a la casa de socorro del Prado de San Sebastián donde está la madre. Los padres lloraban de emoción cuando el señor Parlades le entrego a su hija. “
“La fiesta.
La fiesta para celebrar el bautismo de la niña los artistas Don Manuel y Don José Ordoñez cedieron gustosamente su domicilio. Ni la suplicas, ni
las amenazas de los guardias contuvieron al público que pretendía invadir el local. Aquel
entro tumultuosamente dentro de la casa, llenando el primer patio y no pasando
adelante gracias a existir una cancela que fue cerrada. En la confusión se
cayeron varias personas entre ellas nuestro amigo el señor Rico Cejudo, lastimándose
un brazo. La entrada quedo franca, sin embargo, para todos los gitanos. A la
llegada de los Señores Nájera y Parlades, el público irrumpió en aplausos y aclamaciones. En el
segundo piso del edificio tuvo lugar la fiesta que se ha prolongado hasta las
primeras horas de la madrugada. Hubo vino en abundancia reinando entre los
reunidos mucha alegría y mucho entusiasmo. Varios gitanos y gitanas bailaron el
Jaleo y el tango cantado por gente cañí, siendo extraordinariamente aplaudidos
y recibiendo de los artistas no pocas monedas
En unos
de los intermedios de la clásica fiesta un coro de hombres canto una serie de
coplas que fueron muy celebradas…
En la
feria de Sevilla
una
noche borrascosa
a dao a luz una gitana,
una
niña muy hermosa.
La venta de los pintores
Va a
alcanzar celebridad
Porque
están dando sus dueños
Ejemplo
de caridad.
Don
Miguel Fernández Nájera
le ha
servido de padrino.
Hubo
fiestas populares
y mucho
derroche de vino
El
barrio de San Bernardo
hoy
se encuentra alborotado,
que
esta noche es el bautizo
de
un gitano celebrado.
Replicaron
las campanas,
hubo
música en la puerta,
dieron
vivas las gitanas
a
los socios de la venta.
Los que
aquí presente estamos
Dando
prueba de alegría,
salud
y suerte deseamos
a padrinos
y a la cría.
¡Viva
la niña! Viva Hiniesta Micaela Andrea Josefa Gonzala Fernanda Joaquina Luisa
Enriqueta Emilia Juana Gracia Manuela Bernarda Araceli Roció de la Santísima Trinidad
¡Viva!...”
Por José
Luis Ortiz Nuevo
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